En la ciudad

En la ciudad

La gente camina, llama por teléfono,

hace la compra,  coge el metro, lee en las paradas de autobús,

Se desespera en el trabajo, discute con sus hijos, se encuentran

con amantes, se divorcian, se casan,  se matan, compran vestidos, trajes,

zapatos, comen pizza, lloran con prisa, lloran con miedo,

lloran con vergüenza.

Mientras hacen todo eso,

atardece y no se dan cuenta,

amanece y no se dan cuenta,

anochece y no se dan cuenta,

el aire se calienta y no se dan cuenta,

Los arboles susurran  y no se dan cuenta,

el cielo se abre y no se dan cuenta,

las lluvia les moja y no se dan cuenta,

el sol calienta sus gestos   y no se dan cuenta,

La luna les hace bailar y no se dan cuenta,

El viento les llama y no se dan cuenta,

Y siguen los mares y los árboles y los pájaros,

bailan y cantan al ocaso

y nosotros no nos damos cuenta.

Pero nuestros huesos lo saben, nuestra sangre lo anuncia

y nuestra piel lo celebra.

Pobre carne de ciudad

tan sorda, ciega y muda

que no entiende de lunas

ni de amparos.